Odontología preventiva y/o no invasiva: técnica de pasivación y remineralización
La eliminación extensa de tejido dañado y la creación de preparaciones cavitarias para recibir un material de relleno no adhesivo fue, durante muchos años, el único enfoque terapéutico para la enfermedad cariosa. Este modelo quirúrgico invasivo , u “odontología operatoria”, se estableció en la práctica clínica y perduró durante más de un siglo. Basado en los principios establecidos por Black en 1908, este concepto quirúrgico condujo a la creación de cavidades estereotipadas:
Esta concepción mecanicista de GV Black fue ampliamente cuestionada a principios de la década de 1980 (Simonsen, 1978; Elderton, 1984; Porte et al., 1984) y dio paso a la llamada odontología conservadora.
Una mejor comprensión del proceso de caries que ha llevado al desarrollo de una nueva clasificación (Mount y Hume 1997), los avances en el campo de la adhesión esmalte-dentina y la llegada de materiales adhesivos de alto rendimiento han llevado a los clínicos a abandonar gradualmente los principios teorizados por GV Black en favor de una odontología que hoy pretende ser menos invasiva (odontología no invasiva) que en el pasado, o incluso en ciertos casos, estrictamente preventiva. Es por ello que coexisten dos modelos de restauración de lesiones cariosas:
- El modelo quirúrgico (menos) invasivo (sigue siendo necesario el tratamiento quirúrgico de las lesiones y su relleno con materiales restauradores).
- El modelo médico preventivo que integra los medios de intervención médica sobre el proceso de caries (interceptación de la infección causal específica, prevención de recidivas y tratamientos promotores de la remineralización).
***Principio de la odontología preventiva:
La odontología preventiva (o modelo médico) se basa en la prevención y la máxima preservación de las estructuras dentales.
El manejo médico de la enfermedad se basa en:
- diagnóstico precoz de la actividad de caries y evaluación del riesgo individual de caries, para luego establecer medidas profilácticas individualizadas dirigidas a remineralizar las lesiones.
- Seguimiento preciso de las lesiones tratadas médicamente hasta la confirmación de la remineralización.
Esto justifica la llegada al mercado de nuevos instrumentos de ayuda al diagnóstico, más sensibles, más específicos y más fiables que el examen clínico y la radiografía tradicionales.
- Los tratamientos restauradores se reservan para lesiones con cavitación.
***Objetivo de la odontología preventiva (modelo médico, no invasivo):
Su objetivo es preservar la integridad del diente y por tanto aumentar las posibilidades de conservación en la arcada, a lo largo de la vida de los sujetos, cuya duración media aumenta constantemente.
***Dinámica del proceso de caries
El conocimiento de la patogénesis de la caries nos permite, a partir de este carácter localizado y reversible del fenómeno, orientar favorablemente nuestras actitudes y nuestros tratamientos.
Definición : La caries dental es un proceso patológico localizado, bacteriano y crónico que conduce a la desmineralización de los tejidos duros del diente y a la formación de una cavidad. Afecta el esmalte, la dentina y el cemento.
El concepto actual considera la génesis de la caries como el resultado de varios procesos dinámicos de desmineralización y remineralización que pueden ser reversibles en su período inicial. Una descripción más moderna de la caries podría resumirse así: enfermedad dependiente de la dieta, con un punto de partida externo, bifásica (equilibrio desmineralización/remineralización) y que evoluciona en etapas a lo largo del tiempo (periodos de actividad e inactividad).
El proceso carioso inicial: Por su localización en el medio oral, las superficies dentales están constantemente sometidas a fenómenos fisicoquímicos que implican una serie de fases de desmineralización y remineralización en las que los ácidos producidos por la placa bacteriana inducen una disolución de los tejidos calcificados del diente tras un descenso del pH del medio. Esto provoca una fuga de fosfatos de calcio, que constituyen la fase mineral de los tejidos duros del diente.
En primer lugar, los tampones salivales representados por los bicarbonatos neutralizarán los ácidos presentes y detendrán la pérdida de fosfatos de calcio. Es posible la precipitación de iones presentes en el medio o aportados por aplicaciones tópicas (por ejemplo, flúor en la pasta de dientes), dando lugar a la remineralización de la parte disuelta.
Cuando el pH continúa bajando, los fenómenos de desmineralización aumentan a expensas de los fenómenos de remineralización. Entonces sucede:
=>Una dislocación de los cristales superficiales de hidroxiapatitas,
=>Una ampliación de los espacios intercristalinos.
Esto provoca un aumento de la porosidad del esmalte, cuyo volumen puede aumentar casi un 50 % sin que esta modificación produzca una ruptura macroscópicamente visible de la superficie dental. Se habla entonces de una lesión infraclínica o subclínica, que no puede detectarse mediante métodos de diagnóstico convencionales.
El aumento de la porosidad del esmalte y las caídas repetidas del pH facilitan la difusión profunda de los ácidos, dando como resultado la formación de microcanales que se insinúan gradualmente en el esmalte disolviendo los minerales debajo de la superficie del esmalte.
La lesión se vuelve clínicamente detectable y el esmalte muestra un déficit mineral del 10% en comparación con el esmalte sano.
La alteración de las superficies cristalinas modifica los índices de refracción de la luz de la superficie del esmalte,
La lesión subsuperficial toma la forma de una mancha blanca más o menos discontinua también llamada “mancha blanca”. Este último es clínicamente detectable.
La mancha blanca puede remineralizarse, dando lugar a la mancha marrón o “Brown spot”.
Este color se debe a la incorporación de pigmentos durante el aumento del pH que promueve la reprecipitación de fosfatos de calcio.
Además, en ausencia de control de los factores acidogénicos, las porosidades del esmalte progresan a lo largo de las estrías de Retzius formando una cavitación del esmalte y la superficie debilitada puede entonces colapsar en un plazo más o menos corto.
***Clasificación SI/STA
En 2000, J.-J. Lasfargues et al. Consulte la propuesta de Mount y Hume para definir el concepto SiSta. La clasificación de las lesiones cariosas de este concepto es
basado en dos características principales: el sitio de cariosusceptibilidad y la etapa de desarrollo de la lesión. Se refiere exclusivamente a lesiones cariosas.
Se describen tres sitios dependiendo de la ubicación de la lesión cariosa:
Sitio 1: afectación de fosas, surcos, fosas y hoyuelos oclusales de todos los dientes;
Sitio 2: Lesiones proximales a nivel de los dientes anteriores y posteriores;
Sitio 3: lesiones cervicales que pueden afectar todos los lados, lesiones del esmalte en jóvenes y lesiones del cemento en personas mayores.
También se describen cinco estadios según la extensión de la lesión cariosa:
Lesión activa en estadio 0 sin cavitación que no requiere intervención quirúrgica por su probabilidad de remineralización;
Lesión en estadio 1 que presenta alteraciones superficiales que han progresado hacia la dentina (tercio externo) hasta el punto de no permitir ya la remineralización y requerir intervención restauradora.
Estadio 2: lesión cavitaria localizada y pequeña que ha progresado hacia la dentina (tercio medio) sin debilitar, sin embargo, las estructuras cuspídeas y sin requerir intervención restauradora.
Estadio 3: lesión cavitaria extensa que ha progresado hacia la dentina (tercio interno) hasta el punto de debilitar las estructuras cuspídeas y requerir intervención restauradora.
Estadio 4: lesión cavitaria muy extensa que ha progresado hacia la dentina hasta el punto de destruir parte de las estructuras cuspídeas y requiere intervención restauradora.
La principal ventaja de las clasificaciones de Mount y Hume y del concepto SiSta radica en que son clasificaciones terapéuticas que permiten racionalizar las opciones de tratamiento restaurador, en función de la extensión y localización de la lesión cariosa, y no en función de los materiales, como había recomendado Black. Sin embargo, estas clasificaciones no tienen en cuenta el estado de la pulpa del diente.
***Planificación del tratamiento en odontología preventiva: Implica cuatro fases esenciales:
- La fase de diagnóstico
Su objetivo es:
-conocer al paciente,
– para evaluar su riesgo de caries (bajo o alto),
– localizar zonas de riesgo,
– evaluar el número, la naturaleza y el grado de actividad de las lesiones, y
-Finalmente establecer un mapa de las lesiones a reservar o reparar.
Evaluación del riesgo de caries:
- Definición de riesgo de caries: es el riesgo que tiene un determinado paciente de presentar una o más lesiones de caries en su cavidad bucal.
- Evaluación del riesgo de caries: los elementos a tener en cuenta en la evaluación del riesgo de caries son:
- Factores etiológicos: presencia de placa y concentración de Streptococcus mutans y Lactobacillus.
- Factores internos:
Factores salivales (capacidad amortiguadora y tasa de flujo salival) Historia de actividad de caries
Presencia de nuevas lesiones cariosas. Morfologías de los surcos.
Presencia de cavidades en superficies lisas. Dieta afectiva o sialopriva.
Aparatos de ortodoncia.
- Factores externos:
Frecuencia de ingesta de alimentos Tipo de alimento
Entorno socioeconómico
Consulta regular o irregular al dentista Exposición al flúor durante la infancia
Uso de flúor.
Nota: Es necesario distinguir entre un factor de riesgo y un indicador de riesgo. Los factores de riesgo son factores etiológicos directamente relacionados con el proceso de caries, por ejemplo: las propiedades salivales (flujo y fuerza tománica), la cantidad de estreptococos y lactobacilos mutans, así como la dieta (tipo y frecuencia).
- Medición del flujo salival y capacidad tampón:
Caudal salival: Dar al paciente un bloque de parafina para masticar durante 5 minutos y recoger la saliva secretada en un vaso graduado.
La extracción se mide en ml por minuto.
Un flujo normal es de 1 ml/min; un flujo inferior a 0,7 ml/min es sinónimo de hiposialia.
Medición del pH: se coloca una gota de saliva en una tira específica que se coloreará según el pH de la saliva.
- Recuento de bacterias:
El sistema más utilizado es el sistema Dentocult. Los resultados de este sistema son cercanos al cultivo bacteriano.
Un recuento de lactobacilos superior a 10.000 por ml y un recuento de estreptococos superior a 100.000 por ml son signos de contaminación de la cavidad bucal por microorganismos.
Factores complementarios | Alto riesgo de caries | Bajo riesgo de caries |
pruebas de saliva | Baja tasa de flujo salivalBaja capacidad de amortiguación salival | Normalidad del flujo salival y capacidad tampón (pH) |
pruebas bacterianas | Niveles elevados persistentes de estreptococos mutans y lactobacilos | Niveles bajos de Streptococcus mutans y lactobacilos. |
Encuesta sobre alimentos | – Alto número de dulces consumidos al día: snacks, snacks azucarados, refrescos frecuentes entre comidas. | Consumo limitado de azúcar. – No se permite el consumo de azúcar sin cepillarse los dientes, enjuagarse o masticar chicle con xilitol. |
Parámetros clínicos | Alto riesgo | Bajo riesgo |
Presencia de placa | Acumulación significativa de placa. | Índice de placa bajo |
Salud periodontal | Gingivitis localizada. | Encías sanas |
Anatomía dental | Esmalte hipoplásico, anatomía anfractuosa, apiñamiento dental | Esmalte de calidad, surcos lisos, contactos interdentales armoniosos. |
Mancha blanca de desmineralización | Zonas de desmineralización en superficies lisas, en las laderas de los surcos. | Ausente |
Presencia de lesión cavitaria | Más de una lesión cavitaria detectada en 6 meses | Ausencia de lesiones avanzadas y cavitarias |
Índice CAD | alumno | Débil |
Incidencia de caries | Más de 2 lesiones nuevas/año | No hay nuevas lesiones en un año |
🡪Nuevas herramientas de diagnóstico
La detección temprana de una enfermedad cariosa solo se puede considerar si la lesión se detecta en un momento en el que la pérdida mineral todavía es microscópica (lesiones infraclínicas) o subclínicas (lesiones subsuperficiales).
*En odontología preventiva, el diagnóstico debe realizarse lo más precozmente posible.
es posible y debe establecerse incluso antes de que la lesión se vuelva “visible” para los métodos de diagnóstico tradicionales (examen clínico, sondaje, Rx, FOTI).
Para ello se han propuesto nuevas herramientas de ayuda al diagnóstico. Se basan en medidas de fluorescencia (DIAGNOdent y QLF) o de resistencia eléctrica (ECM) de tejidos cariados. Además, estas nuevas herramientas también permiten cuantificar la gravedad y actividad de la lesión cariosa. Por un lado, aportan información valiosa sobre la elección del tratamiento a implementar (médico preventivo/quirúrgico invasivo). Por otra parte, permiten seguir la evolución de la lesión cariosa en el tiempo (reversión/pasivación/evolución): dado que las terapias con flúor se han convertido en tratamientos por sí mismas, el seguimiento (gestión) de la lesión cariosa es más que necesario.
- La fase profiláctica
Esta es la fase que nos permite cambiar los hábitos y el comportamiento de los pacientes, para combatir la enfermedad, antes de considerar restauraciones.
Tiene como objetivo:
–prevenir nuevas lesiones,
–revertir lesiones sin cavitación (remineralizar),
–estabilizar las lesiones con cavitación (pasivación).
-Técnicas de remineralización:
Definición de remineralización: corresponde a la reprecipitación in situ de los iones calcio y fosfato que retornan espontáneamente al estado sólido (cristales), tan pronto como cesa la producción de ácido en la superficie del diente.
Se deben implementar medidas individuales de prevención y profilaxis dental:
1) Medidas preventivas dirigidas a la remineralización:
- medidas de higiene y mantenimiento y control de todos los cofactores;
- control de potencia; Según Roulet y Zimmer, es la frecuencia de absorción de azúcar la que influye en la incidencia de caries y no la cantidad.
Las bacterias incluidas en la placa dental metabolizan el azúcar y producen lactatos que reducen el pH y conducen a la desmineralización.
La ingesta frecuente de azúcar no permite una remineralización completa entre dos fases de desmineralización, de ahí la aparición de caries. Por lo tanto, el médico recomendará una frecuencia reducida en la ingesta de azúcar, limitada a las tres comidas principales. Esto se puede conseguir sustituyendo los alimentos dulces por otros sin azúcar (quesos, verduras) o bien sustituyendo los alimentos dulces por otros sin azúcar que tengan sabor dulce, como el aspartamo o el sorbitol y el xilitol, que son muy difíciles de metabolizar para el biofilm, mientras que el aspartamo no lo es en absoluto. Cambiar los hábitos alimentarios es una buena herramienta de prevención.
- aplicación tópica:
🡪Fluoruro,
🡪El esmalte de uñas con clorhexidina, un potente agente antibacteriano, actúa indirectamente sobre la remineralización porque neutraliza las bacterias cariogénicas.
🡪 Mediante el uso de pasta dental, enjuague bucal enriquecido con CPP ( caseína-fosfopéptido ) y ACP ( fosfato de calcio amorfo ) que satura el ambiente con calcio y fosfatos (a pH ácido) promoviendo la remineralización y reduciendo la adhesión bacteriana.
-Técnicas de pasivación:
- Medidas profilácticas (terapéuticas ):
Ozonoterapia : El ozono, que tiene una potente acción antibacteriana, se utilizó por primera vez en odontología para tratar las caries radiculares primarias. La exposición de las caries radiculares al ozono durante 10 o 20 segundos produce una disminución significativa de los estreptococos mutans y sobrinus de la superficie cariada. Posteriormente se remineraliza la zona tratada mediante la aplicación de una solución remineralizante y antiséptica a base de xilitol, zinc, calcio, fosfatos y barniz de clorhexidina. Si hay cavitación, la cavidad cariada se rellena con un cemento de ionómero de vidrio con una alta concentración de flúor. Las indicaciones de este procedimiento se han extendido a surcos oclusales, caries cervicales, desinfección de la dentina afectada antes de la obturación. El ozono se suministra mediante una unidad o HealOzone (CurOzone, EE.UU.). Una pieza de mano conectada a la unidad suministra 2100 ppm de ozono renovado cada 300 veces por segundo al tejido a tratar.
Sellado de fosas y fisuras
La anatomía a menudo muy irregular de los surcos oclusales no permite, a pesar de un cepillado diligente, la eliminación de la placa bacteriana. Así, sólo modificando la anatomía de estas fosas y fisuras evitaremos la aparición de caries, de ahí la idea de sellarlas con una resina protectora, a esto se le llama “sellador”.
- ¿Cuándo es el mejor momento para sellar un diente?
En la práctica, se recomienda sellar fosas y fisuras susceptibles de caries tan pronto como el diente haya erupcionado lo suficiente en la boca.
Incluso si logras un cepillado excelente, esto no es suficiente para eliminar por completo el riesgo de caries. Son necesarias limpiezas y pulidos profilácticos metódicos y repetidos para destruir la placa y expulsar las bacterias activas del cepillo de dientes. Sellado de surcos agrietados con agentes adhesivos fluorados, aplicación de
fluoruros mediante canalón o mejor en forma de barniz, utilización de agentes antibacterianos (barniz de clorhexidina).
Las restauraciones antiguas defectuosas se conservarán inicialmente, posiblemente se repararán o pulirán nuevamente y las juntas abiertas se sellarán utilizando agentes o materiales fluorados para eliminar nichos bacterianos.
Sólo se retirarán las restauraciones dañinas y se reemplazarán por restauraciones temporales, preferiblemente bioactivas.
Estos mismos materiales estarán indicados para restaurar temporalmente lesiones con cavitación. Al final de esta fase, que puede durar varios meses, se reevalúa el riesgo de caries residual del paciente.
¿Es suficientemente bajo en comparación con el riesgo inicial? ¿Fueron efectivas las medidas implementadas?
¿Se detiene la actividad bacteriana cariogénica? Una respuesta negativa debe llevarnos a cuestionar la participación del paciente, la adecuación y calidad de las medidas adoptadas y, si es necesario, hacernos modificar nuestra estrategia. Una respuesta positiva nos permite pasar a la siguiente fase, la fase restaurativa.
- La fase restaurativa
Esta es la fase reparadora que permite corregir las secuelas de la enfermedad. La elección de los materiales y técnicas de restauración se adaptará a cada paciente, según su petición y necesidades, en base a la mejor relación beneficio/riesgo al menor coste.
Siempre se dará preferencia a los tratamientos menos invasivos, siendo la preservación del tejido un factor clave para prevenir las recurrencias.
*el arsenal instrumental
En odontología no invasiva la eliminación de caries se realizará mediante:
Técnica quimiomecánica
🡪 El láser,
🡪 Sono-abrasión y ultra-sono-abrasión que son sistemas atraumáticos,
Instrumentación rotatoria, mini kits de fresas para micropreparaciones tipo: Komet, Dental-Emco y más recientemente el CeraBUR de Komet son muy eficientes.
*¿Qué tipo de materiales utilizar?
Materiales exclusivamente adhesivos, porque permiten evitar “retenciones mecánicas”, evitar mutilaciones innecesarias y en la mayoría de los casos, contienen flúor.
En microodontología utilizamos principalmente ionómeros de vidrio, resinas compuestas microhíbridas y más especialmente materiales recientes con nanopartículas y/o composites “flow”.
Los composites se asociarán preferentemente a adhesivos monocomponentes, es decir con grabado previo porque garantizan una mejor “unión” a nivel del esmalte.
* El enfoque de la cavidad:
Los tratamientos de mínima intervención restauradora son procedimientos quirúrgicos específicos, que implican un acceso reducido y un curetaje limitado únicamente a los tejidos patológicos, con el fin de preservar al máximo las estructuras sanas.
Las descripciones de los procedimientos clínicos se limitan a las lesiones de etapa 1 y 2.
Sitios 1:
Estadio 0: lesión confinada al esmalte
La lesión inicial del esmalte puede detenerse y remineralizarse. La reversión
El daño del esmalte implica remineralización.
Etapa 1: primer tercio de la dentina afectada
- Las preparaciones mecánicas, sónicas, ultrasónicas y de abrasión por aire dan resultados similares. La ventaja de este último es que evita la anestesia en la mayoría de los casos y en el primero es rápido de realizar. Forma de preparación
:en cuanto al sitio 1, no existe una forma predeterminada. En el mejor de los casos, la forma de lágrima permite un acceso mínimo para eliminar toda la dentina infectada preservando al mismo tiempo la máxima cantidad de superficie del esmalte.
Sin embargo, es importante preservar y evitar las estructuras de resistencia del esmalte, como las cúspides y las crestas marginales, durante la preparación. No se recomienda la creación de un chaflán biselado o redondeado en esta etapa de la lesión.
- La estabilización (pasivación) de la lesión se puede obtener mediante el uso de ozonoterapia, siempre que se obtenga un sellado entre la copa y el diente y se retrase la obturación con composite durante 15 días debido a la oxigenación masiva de la dentina para evitar la interacción entre el oxígeno y la fotopolimerización.
La restauración se realiza preferentemente con un composite microhíbrido condensable o mixto utilizando la técnica de composite “up” y en el caso de cavidades de difícil o limitado acceso, el uso de un sistema adhesivo autograbante de 2 pasos o SAM2 permite un mejor control de la humidificación de las interfases a unir. El relleno se completará colocando un sellador en los surcos oclusales restantes.
Sitio 2
La principal dificultad en el tratamiento de sitios proximales es la poca accesibilidad, tanto instrumental como visual. Dado que la información radiológica ( aleta de mordida ) es más confiable que la obtenida con los sitios 1, la intervención clínica en los sitios 2 solo se considera a partir de la etapa 1 o del primer tercio de dentina afectado. Estadio 0: lesiones confinadas al esmalte
Sólo es necesario implementar medidas profilácticas individuales, son idénticas a las del sitio 1.
Etapa 1: primer tercio de la dentina afectada
Preparación en “túnel” Esta preparación se denomina abierta o cerrada dependiendo de si durante la preparación se abre o no la zona proximal.
Esta preparación está contraindicada:
- en pacientes cuyo riesgo de caries no está estabilizado;
- si el espesor de la cresta marginal es menor de 1 mm;
- Si después de la preparación, la cresta marginal muestra grietas visibles;
- si la dificultad operatoria reduce el control de la forma de la preparación y su obturación.
Secuencia instrumental .
- Proteger la cara proximal adyacente con una matriz metálica (túnel abierto).
- Abrir la fosa de la cresta marginal utilizando una fresa de diamante esférica que ya estará orientada hacia la zona proximal (ángulo de 45°).
- Complete la preparación utilizando un inserto de bola de diamante sónico (inserto en ángulo) o un inserto ultrasónico para que la visibilidad sea suficiente.
- Retire la dentina infectada utilizando los mismos procedimientos que para las cavidades en “embudo”.
- Termine la preparación con un inserto en ángulo.
- Preparar el campo operatorio y desinfectar la preparación.
- Montar una matriz metálica, acondicionar las telas como para las cavidades del “embudo”.
- Materiales: inyectar en el fondo un composite fluido o, preferiblemente, un CVIMAR. Dejar libre la cavidad oclusal para poder insertar un composite microhíbrido clásico mediante la técnica de composite “arriba”.
- Complete el relleno aplicando un barniz de flúor sobre la superficie.
Preparación de “embudo” o “ranura”
La preparación denominada en “embudo” o “ranura” tiene como objetivo preservar la estructura de resistencia representada por la cresta marginal sin interferir con la estructura de la superficie oclusal.
Esta preparación estará contraindicada de la misma manera que la preparación “túnel”:
- en pacientes cuyo riesgo de caries no está estabilizado;
- si el espesor de la cresta marginal es menor de 1 mm;
- Si después de la preparación la cresta marginal muestra grietas visibles. La exigencia de pasar por debajo de la cresta marginal implica una secuencia operativa muy exigente.
Secuencia instrumental .
- Iniciar la preparación utilizando una fresa de diamante en la superficie accesible (vestibular o palatina). El uso de ayudas ópticas con iluminación es esencial durante esta fase operativa.
- Utilice insertos de diamante de media bola sónicos o ultrasónicos (lado liso no funcional) bajo irrigación y presión constante para continuar la preparación debajo de la cresta marginal mientras se preserva la cara proximal opuesta.
- Una vez alcanzada la dentina infectada, utilice un inserto de bola sólido para finalizar la preparación sin correr el riesgo de efectos iatrogénicos en las superficies proximales.
- La preparación tiene una base más ancha que su parte superior, lo que aumenta la visibilidad y asegura el paso de herramientas de curetaje dentinario mecánicas y manuales.
Minicavidades verticales o en forma de gota
En este tipo de minicavidad, el acceso a la lesión es desde la superficie oclusal, a nivel de la fosa marginal, en dirección proximal, por debajo del área de contacto. La sensación táctil al pasar a través de la dentina reblandecida es muy clara. El curetaje se realiza con una fresa redonda o de forma de pera, a baja velocidad. Secundariamente, la cavidad se extiende en la cresta marginal oclusal para adoptar una forma hemisférica redondeada llamada minicavidad vertical .
Este tipo de mini-cavidad se denomina comúnmente “adhesiva” o “ caja/ranura vertical ”; A menudo toma la forma de una gota. Los salientes de la cresta marginal se conservan parcialmente si el esmalte es fuerte y las áreas de contacto interproximales se conservan tanto como sea posible. Es necesario realizar un espaciamiento previo y proteger el diente colateral mediante una matriz metálica. Pero es preferible utilizar insertos abrasivos sonoros o ultrasónicos con una cara de trabajo unilateral, que no mutilan el diente vecino como lo haría una fresa, que es difícil de manejar en esta zona. Estos instrumentos permiten un acabado perfecto de los contornos de la cavidad lo que favorece la adaptación del material de relleno y el sellado marginal.
En el sector anterior el acceso a la lesión se realiza a través de la cara lingual, preferiblemente con preservación del esmalte vestibular. Generalmente se elimina el esmalte proximal pero el contacto interproximal se respeta fácilmente.
Sitio 3
Estadio 0: lesiones confinadas al esmalte
Sólo es necesario aplicar medidas profilácticas individuales, que son idénticas a las de los sitios 1 y 2.
Etapa 1 y 2:
El acceso a la lesión es directo y puntual. Se realiza utilizando fresas de diamante de alta velocidad y fresas de cuchilla de baja velocidad. Los procesos de aeroabrasión y sonoabrasión también encuentran aquí un buen ejemplo. Los bordes posiblemente se terminen con un bisel en el esmalte si la restauración está hecha de composite (no es necesario con ionómero de vidrio).
Los bordes son afilados en los límites del cemento.
- La fase de soporte
Esta es la fase de mantenimiento, durante la cual se monitorea y apoya periódicamente al paciente en sus esfuerzos por mantener su salud bucal.
La frecuencia de los controles, 1ª visita a 4 al año, se adapta al riesgo del paciente y puede variar en función de los periodos de la vida.
El objetivo de esta fase es:
— mantener al paciente en un nivel de riesgo bajo,
— para prevenir recurrencias y;
— para interceptar a tiempo posibles fallos de restauración.
Durante estas revisiones se realizarán limpiezas profilácticas cuidadosas para prevenir el desarrollo de lesiones cariosas y periodontales .
NB: El RCI deberá reevaluarse constantemente ya que las condiciones locales y generales (factores de riesgo) pueden cambiar durante la vida del paciente.
Odontología preventiva y/o no invasiva: técnica de pasivación y remineralización
Las muelas del juicio pueden causar dolor si salen torcidas.
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El sangrado de las encías al cepillarse los dientes puede indicar gingivitis.
Los tratamientos de ortodoncia cortos corrigen rápidamente pequeñas desalineaciones.
Los empastes dentales compuestos son discretos y duraderos.
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