Atención odontológica y estomatológica en mujeres embarazadas y lactantes
Plan:
Introducción
I. Mujer embarazada
1. Definición de embarazo
2. Cambios fisiológicos en la mujer embarazada
3. Manifestaciones orales
4. Soporte
5. Posibles problemas en la práctica diaria relacionados con el embarazo
6. Precauciones generales:
segundo. La mujer que amamanta
Conclusión
Introducción
El embarazo no es un estado patológico, pero va acompañado de una serie de cambios concomitantes, tanto fisiológicos como psicológicos, que deben tenerse en cuenta a la hora de hacer ejercicio.
odonto-estomatología
El cuidado de la mujer embarazada, en particular en oncoestomatología, requiere una cierta serie de precauciones para intervenir sin poner en peligro la salud de la paciente y el correcto desarrollo del embrión y luego del feto.
Estas precauciones se refieren a la prescripción de medicamentos, la toma de radiografías, la anestesia, así como a los procedimientos restauradores y endodónticos, con características específicas de cuidado durante los diferentes trimestres del embarazo.
Además, también deben tomarse ciertas precauciones durante la lactancia, dado el paso de la mayoría de los medicamentos a la leche materna.
I. Mujer embarazada:
1. Definición:
Embarazo: según la OMS:
“Los aproximadamente 9 meses durante los cuales una mujer lleva el embrión y luego el feto que se desarrolla en su útero”
Para la mayoría de las mujeres es un momento de gran felicidad y realización.
Sin embargo, durante el embarazo, tanto la mujer como el feto
se enfrentan a diversos riesgos para la salud. Por esta razón, es
Es importante que todos los embarazos sean supervisados por personal sanitario cualificado.
El embarazo se divide clásicamente en 3 fases, hablamos de trimestre para designar estas tres fases. Cada trimestre está asociado a ciertos cambios físicos para la madre y para su hijo.
Primer trimestre: Periodo más crítico en términos de sensibilidad fetal. Corresponde a la embriogénesis y organogénesis.
Es durante este período cuando se formarán la gran mayoría de las estructuras del organismo según una cronología bien definida y cuando los riesgos de daño morfológico son mayores.
Segundo trimestre : Maduración de los órganos.
Tercer trimestre : fin de la maduración de los órganos.
La toxicidad de los medicamentos durante este período se basa, entre otras cosas, en la particularidad del sistema circulatorio del feto.
2. Cambios fisiológicos en la mujer embarazada
Durante estas diferentes fases se pueden observar ciertas modificaciones:
CAMBIOS ENDOCRINOS
Son principalmente el resultado de la actividad endocrina de la placenta que secreta tres tipos principales de hormonas: estrógenos, progesterona y gonadotropinas crónicas.
CAMBIOS NEUROLÓGICOS
Son más comunes durante el primer trimestre. Estos incluyen principalmente: fatiga, mareos, náuseas y vómitos, ansiedad, hipotensión postural y síncope (debido a la compresión de la vena cava inferior).
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CAMBIOS CARDIOVASCULARES
A partir de la semana 24 de amenorrea (aproximadamente 6 meses de embarazo), en posición supina, la compresión de la vena cava inferior por el útero puede reducir el retorno venoso y por ende producir hipotensión materna. Este fenómeno se llama “síndrome de caries”. La hipertensión inducida por el embarazo
también puede observarse durante el embarazo . CAMBIOS HEMATOLÓGICOS – Aumento del volumen de glóbulos rojos. -Trombopenia al final del embarazo -Neutropenia. -Deficiencia de hierro que puede causar anemia.
Cambios pulmonares
Hay un aumento en el flujo sanguíneo pulmonar y un aumento en el consumo de oxígeno por minuto.
CAMBIOS EN EL HÍGADO Y EN EL SISTEMA DIGESTIVO
El apetito aumenta a partir del final del primer trimestre, lo que conlleva un aumento de la ingesta de alimentos en 200 kcal/día. A menudo se describen los “antojos” de las mujeres embarazadas. Su causa es desconocida: factor hormonal, prevención de deficiencias, origen psicológico.
Las náuseas y los vómitos son comunes entre las 4 y 12 semanas. El estado general suele estar conservado y la evolución se resuelve espontáneamente.
CAMBIOS DERMATOLÓGICOS:
Los cambios endocrinos, metabólicos, inmunológicos y circulatorios durante el embarazo son responsables de cambios dermatológicos fisiológicos que a menudo son causa de molestias en las mujeres (hiperpigmentación corporal, nevus, etc.)
CAMBIOS OFTALMOLÓGICOS
Pueden aparecer cambios fisiológicos relacionados con la impregnación hormonal. Estos son:
● Ptosis moderada
● Trastornos refractivos con miopización al final del embarazo que remiten posparto.
● Hipoestesia corneal, cambios en el espesor de la córnea y un cambio en la composición de las lágrimas que causa intolerancia a las lentes de contacto.
● Trastornos de la acomodación con presbicia transitoria.
CAMBIOS PSICOLÓGICOS
El embarazo y el nacimiento de un hijo vienen acompañados de cambios emocionales derivados de las transformaciones corporales y de los cambios psicológicos ligados al puerperio.
En este período del desarrollo intervienen numerosos factores: hormonales, neuropsicológicos, sociológicos y etnológicos que contribuyen a los reordenamientos conscientes e inconscientes de la mujer en su proceso de convertirse en madre.
3- REPERCUSIONES ORALES
Durante el embarazo se pueden observar diversas patologías bucales, que son consecuencia principalmente de:
Un aumento del nivel de progesterona, que induce una vasodilatación general y por tanto un aumento de la permeabilidad capilar, haciendo que la cavidad oral sea más sensible a las agresiones de las mucosas.
Cambios en la dieta de la embarazada, cualitativa y cuantitativamente: la ingesta de alimentos es mayor con especial apetito por azúcares y ácidos.
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- Gingivitis del embarazo:
-Constituye la manifestación oral más común.
-Se caracteriza por inflamación gingival asociada a hiperplasia en fase con picos de secreción hormonal.
-Se manifiesta durante el segundo mes con un pico en el 8vo mes, la severidad se correlaciona con la higiene bucal.
-Es reversible y desaparece después del parto.
- Épulis gravídico:
– Observado en el 5% de las mujeres embarazadas.
-Es una masa blanda, roja y hemorrágica que generalmente se localiza en la región papilar.
-Generalmente indoloro, aparece durante el 2º trimestre del embarazo y desaparece espontáneamente.
-El tratamiento, que consiste en la extirpación quirúrgica en caso de dolor o molestias funcionales, suele ir seguido de recidiva. Es por esto que este tratamiento se realizará preferentemente después del parto.
- Caries y abrasiones dentales:
-El aumento de la incidencia de lesiones cariosas no resulta directamente del embarazo sino de la dieta y la higiene, en particular de la ingesta de alimentos ricos en azúcar para prevenir las náuseas durante el primer trimestre.
-Las abrasiones causadas por el vómito afectan especialmente las superficies palatinas de los incisivos superiores. Para limitar estas abrasiones, se ofrecerán enjuagues bucales con flúor a los pacientes que sufren vómitos.
- Movilidad dental:
– Se informa de movilidad dental generalizada sin evidencia de enfermedad periodontal como resultado de cambios minerales dentro de la lámina dura, el sistema de inserción durante algunos embarazos. Esta movilidad revierte espontáneamente.
- Cambios salivales
– El flujo salival aumenta especialmente durante los primeros tres meses y puede estar relacionado con trastornos digestivos comunes durante el embarazo.
-El pH salival evoluciona en dirección a una ligera acidez; Va de 6,7 a 6,2. Esta disminución conlleva una reducción de la capacidad buffer y puede empeorar un estado bucal ya de por sí deficiente y, debido a su acidez, dar lugar a la aparición de caries dentales.
-Por otra parte, esta acidificación oral que favorece la erosión del esmalte se ve reforzada por la frecuente aparición de náuseas, vómitos y reflujo gastroesofágico que también aumentarán el riesgo cariogénico.
- Periodontitis
– Si no se trata durante el embarazo podría tener repercusiones importantes, incluidos riesgos de prematuridad y bajo peso al nacer.
-Hay dos posibles explicaciones:
Por un lado, se ha demostrado que mediadores inflamatorios del huésped como la prostaglandina (PGE2) y la interleucina (IL-6 e IL-8), cuyos niveles aumentan sistemáticamente en la periodontitis, pueden desencadenar contracciones de forma prematura.
Por otra parte, se supone que los gérmenes periodontales pueden ingresar al ambiente fetal como patógeno a través de la bacteriemia y causar vaginosis.
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4. ATENCIÓN ODONTOESTOMATOLÓGICA DE LA MUJER EMBARAZADA
El embarazo no contraindica la atención odontológica ni justifica posponerla hasta después del parto; al contrario, la abstención puede tener repercusiones en la embarazada y en el feto. La mayoría de estos pueden realizarse si se toman ciertas precauciones. Las prescripciones, anestesias y radiografías intraorales son perfectamente posibles, pero requieren ciertos conocimientos por parte del profesional. La prevención sigue siendo la mejor forma de evitar situaciones de emergencia, por ello la higiene bucal y los consejos dietéticos deben ser conocidos y dados por los profesionales sanitarios que trabajan en contacto con mujeres embarazadas.
II.1. RADIOGRAFÍA: ¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
Se dice que los rayos X tienen una acción:
– embrioletal (riesgo de muerte del embrión);
– o teratogénico (riesgo de malformaciones).
Esta acción sería máxima durante los dos primeros meses (periodo embrionario durante el cual tiene lugar la mayor parte de la organogénesis).
En realidad, la exposición del feto sería de 0,004 rads para una radiografía de cráneo y de 0,00001 rads para una evaluación dental retroalveolar realizada bajo la protección de un delantal de plomo. Para una imagen retroalveolar, la dosis administrada (50 mgrays) sería 500 veces menor que la dosis límite y la dosis para una radiografía panorámica sería 50 veces menor.
Así pues, parecería que la toma de una o varias imágenes intraorales o incluso exobuclares no tiene consecuencias para el feto, porque la irradiación es muy baja y la fuente está lejos de la pelvis.
Sin embargo, por razones de seguridad, la toma de radiografías sólo está justificada en mujeres embarazadas cuando sea absolutamente necesario para el diagnóstico o tratamiento, especialmente en situaciones de urgencia (pulpitis aguda, periodontitis apical aguda, periodontitis establecida, absceso, celulitis). Además, las fotografías deberán ser tomadas bajo la protección de un delantal de plomo.
Además, los exámenes de rayos X deben posponerse siempre que sea posible más allá del primer trimestre.
Por último, entre los exámenes radiográficos formalmente contraindicados durante el embarazo: el examen sialográfico de las glándulas salivales, porque el yodo provoca insuficiencia tiroidea responsable de la muerte del feto por asfixia.
II.2.ANESTESIA Y EMBARAZO
¿Qué molécula elegir?
Una vez en el torrente sanguíneo, las moléculas anestésicas son fijadas por las proteínas plasmáticas y más precisamente: la α-l glicoproteína (para anestésicos con función amida) que permite su desintoxicación hepática. Durante el embarazo, el nivel de glicoproteína α-1 se reduce notablemente, lo que produce un aumento de la fracción libre (no unida a proteínas) de moléculas anestésicas. Sin embargo, el aumento de la fracción libre de anestésicos se acompaña de un aumento de su toxicidad materna y fetal (debido a que esta fracción atraviesa la barrera placentaria).
Aunque no se han descrito efectos teratogénicos de los anestésicos y la dosis tóxica de analgésico es significativamente mayor que las dosis administradas durante los tratamientos odontológicos,
La elección se hará sobre las moléculas menos tóxicas. Por lo tanto, es preferible elegir una molécula que tenga una fuerte unión a las proteínas plasmáticas y una liposolubilidad reducida y, por lo tanto, se una menos al organismo embrionario o fetal.
Distinguimos en orden creciente de toxicidad según Gaudy JF et al. (2005):
• articaína: es la molécula menos tóxica para el feto, debido a su baja tasa de paso placentario (< 25%); lo que la convierte en la molécula de elección para las mujeres embarazadas;
• seguido de lidocaína: con una tasa de paso placentario de alrededor del 55%;
• la bupivacaína presenta un riesgo de toxicidad cardíaca para el feto, por lo que sólo puede administrarse en dosis bajas para limitar este riesgo, por lo que preferimos las moléculas anteriores;
• la espartocaína (combinación de lidocaína y esparteína) se asocia con un riesgo de parto prematuro;
• la mepivacaína no puede ser metabolizada por el feto;
• la prilocaína se asocia a un riesgo de metahemoglobinemia fetal (con anoxia y cianosis) y materna;
Por tanto, la espartocaína, la mepivacaína y la prilocaína están totalmente contraindicadas durante el embarazo debido a su toxicidad.
Por último, mantendremos como molécula de elección durante el embarazo: la articaína; También se puede utilizar lidocaína.
¿Debemos utilizar vasoconstrictores?
Los vasoconstrictores están autorizados en mujeres embarazadas, para reducir la cantidad de solución inyectada y reducir la toxicidad de las moléculas anestésicas. Sin embargo, el uso de vasoconstrictores podría ir acompañado de una reducción del flujo sanguíneo uterino, desencadenando contracciones uterinas que, sin embargo, se mantienen cercanas a las contracciones uterinas fisiológicas. Para limitar este fenómeno, se recomienda: aspirar antes de inyectar para evitar cualquier inyección intravascular y preferir una concentración de 1/100000.
En estas condiciones, el uso de vasoconstrictores se vuelve seguro y no parece afectar significativamente el flujo sanguíneo uterino. El beneficio de los vasoconstrictores justifica entonces su uso durante el embarazo.
II.3. CUIDADO ORAL Y DENTAL: UN ENFOQUE TRIMESTRAL
La medición de la presión arterial es necesaria en las mujeres embarazadas antes de cada sesión de tratamiento. En caso de máximos superiores a 15 mmHg, es aconsejable posponer el procedimiento a una sesión posterior según Gaudy JF et al. (2005) . Durante el 1er trimestre: Durante los 3 primeros meses (período de organogénesis), aumenta la susceptibilidad del embrión a las influencias teratogénicas y el riesgo de aborto.
(1 de cada 5 embarazos termina en aborto espontáneo). Por lo tanto, es preferible limitar cualquier intervención en esta fase, sobre todo porque la embarazada está sujeta a náuseas, malestar y suele presentar una fatiga intensa. Por lo tanto, es mejor posponer cualquier tratamiento dental hasta el segundo trimestre.
Por otro lado, el primer trimestre puede servir para evaluar la salud bucal y las necesidades del paciente. Se realiza un examen clínico, seguido de una motivación para la higiene dental que tiene algunas particularidades en la mujer embarazada.
De hecho, los vómitos repetidos pueden causar erosiones. Enjuagar (inmediatamente después) con una solución de bicarbonato de sodio 1 cucharadita en un vaso ayuda a elevar el pH bucal. Por otro lado, se debe evitar el cepillado inmediatamente después de vomitar para reducir el riesgo de dañar el esmalte desmineralizado. Además, durante este período se prescribirá un cepillo de dientes suave.
Por ello, las desmineralizaciones suelen aparecer durante el embarazo. Serían debidas a una disminución del pH oral, provocada por los vómitos pero también por el consumo frecuente de snacks (sobre todo de productos azucarados). Se pueden recetar enjuagues bucales fluorados para limitar la desmineralización y promover la remineralización. Se puede realizar
descalcificación profesional y /o limpieza profiláctica y dar asesoramiento dietético. Haremos hincapié en la importancia de: reducir el picoteo, limitar el consumo de bebidas y alimentos azucarados prefiriendo alimentos neutros o protectores (en particular productos lácteos, especialmente yogures, quesos).
Para tratamientos invasivos se realizarán únicamente tratamientos de urgencia, los cuales no deberán posponerse porque los efectos nocivos provocados por el dolor (liberación de sustancias algógenas) y/o infección (liberación de toxinas) pueden ser mayores que los provocados por la atención. Dada la condición del paciente, las sesiones deberán ser cortas. Durante el 2do trimestre: Este periodo es el más adecuado para realizar los cuidados porque el feto se ha desarrollado y la paciente está en mejores condiciones. Sin embargo, no se trata de realizar una restauración completa de la cavidad bucal: los tratamientos complejos (quirúrgicos y protésicos en particular) se pospondrán preferiblemente hasta después del parto. Lo mismo se aplica a los tratamientos endodóncicos, que sólo se considerarán en casos de emergencia. Cuando se requiere tratamiento endodóntico, se recomienda el uso de un localizador de ápice para determinar la longitud de trabajo. No sólo reduciría la dosis de radiación sino también la duración total del tratamiento.
En cualquier caso, favoreceremos los tratamientos reparadores.
Respecto a la amalgama, está establecido que el mercurio atraviesa la barrera placentaria.
De hecho, la liberación de mercurio de las amalgamas dentales rondaría los 2µg/día, mientras que la OMS en 2007 fija la dosis a no superar en 10µg/kg/día. Además, según el estudio de Hujoel PP et al. 2005: no existirían riesgos (en particular, de bajo peso al nacer) asociados a la colocación de amalgama durante el embarazo. Aunque no hay estudios que demuestren sus efectos patogénicos sobre el desarrollo fetal, es mejor evitar cualquier colocación o extracción de amalgama durante el embarazo. La extracción sólo está indicada en restauraciones que sean dañinas para el diente y el periodonto y cuya extracción no pueda posponerse hasta después del parto. En este caso, la extracción se realiza bajo una presa para minimizar el riesgo de absorción de vapores de mercurio.
Sin embargo, se debe evitar el uso de agentes blanqueadores a base de peróxido de hidrógeno porque provocaría un aumento en la liberación de mercurio de las amalgamas presentes en la boca según Al Salehi SK et al (2007).
Además, las mujeres embarazadas con numerosas restauraciones de amalgama deben evitar masticar chicle (porque aumenta la liberación de mercurio).
También se pueden realizar extracciones simples, así como raspados y rejuvenecimientos. Serían seguros para mujeres embarazadas según varios estudios, incluido el de Michalowicz (2008) en mujeres embarazadas, entre 13 y 32 semanas, que habían recibido tratamientos odontológicos como: limpieza de caries con creación de restauraciones temporales o permanentes, tratamiento endodóntico, extracción o incluso tratamiento periodontal que involucra raspado y pulido. Los riesgos de aborto, parto prematuro o anomalías fetales no aumentaron en comparación con el grupo no tratado.
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Durante el tercer trimestre:
En la primera parte de este último trimestre todavía se puede considerar principalmente la atención odontológica restaurativa. Sin embargo, el riesgo de parto prematuro aumenta durante los dos últimos meses del embarazo. Por tanto evitaremos intervenir a partir de los 7 meses y medio salvo en casos de urgencia, sobre todo porque a partir de esta fase existe riesgo de compresión de la vena cava inferior por el útero grávido. Esto produce una caída repentina de la presión arterial y el paciente pierde el conocimiento. Luego se debe colocar en el lado izquierdo, lo que suele ser suficiente para que los síntomas desaparezcan. Para evitar este riesgo de síncope, es aconsejable (cuando sea necesario un tratamiento odontológico) tomar precauciones respecto a: la duración de la intervención que debe ser lo más breve posible y sobre todo la posición del paciente que debe ser instalado en posición semisentada, en ligero decúbito lateral izquierdo. Se puede colocar un cojín debajo de la cadera para elevar el útero de modo que ya no comprima la vena cava.
Por último, el cuidado bucal durante el embarazo implica, dependiendo de las necesidades de la paciente, la realización de un raspado profesional o limpieza profiláctica y eventualmente un alisado radicular, procedimientos que pueden llevarse a cabo en cualquier momento durante el embarazo. Los tratamientos restauradores se realizarán preferiblemente durante el 2º trimestre. Las urgencias, ya sean tratamientos endodóncicos o extracciones selectivas, serán atendidas independientemente del momento del embarazo.
MEDICAMENTOS: ¿RECETAR O PROHIBIR?
Los medicamentos utilizados durante el embarazo han sido clasificados en 5 categorías por la FDA (Food and Drug Administration en 2001) de acuerdo a su riesgo teratogénico:
♣ Categoría A: incluye medicamentos y sustancias probadas a través de estudios controlados en mujeres embarazadas que han demostrado la ausencia de riesgo para el feto.
♣ Categoría B: incluye medicamentos y sustancias probados a través de:
– estudios realizados en animales que hayan demostrado la ausencia de riesgo para el feto animal y la ausencia de estudios en humanos que lo confirmen;
– o productos asociados a un riesgo para el feto animal, mientras que estudios controlados en mujeres embarazadas han demostrado la ausencia de riesgo para el feto humano.
♣ Categoría C: incluye medicamentos y sustancias asociadas con un riesgo teratogénico o tóxico para el feto demostrado a través de estudios realizados en animales sin estudios controlados en mujeres embarazadas;
– o productos para los cuales no existen estudios en mujeres embarazadas o en animales.
♣ Categoría D: sustancias asociadas a un riesgo para el feto, pero que constituyen el único tratamiento posible en determinadas situaciones clínicas que pueden justificar su uso durante el embarazo.
♣ Categoría X: incluye medicamentos y sustancias asociadas con un riesgo de daño al feto demostrado a través de estudios realizados en animales o humanos; siendo este riesgo mayor que cualquier beneficio lo que contraindica su uso sea cual sea la situación clínica.
Aquí sólo nos ocuparemos de los principales medicamentos que se utilizan en odontología y que pueden prescribirse a embarazadas o que resultan controvertidos.
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1. Analgésicos:
Paracetamol
Es el analgésico de elección que ha demostrado su seguridad en mujeres embarazadas. Pertenece a la categoría B de la clasificación de la FDA. Sin embargo, hay que evitar exceder la dosis de 4g/día.
Combinación de paracetamol-codeína
Forma parte de la categoría C de la clasificación de la FDA. De hecho, los datos actualmente disponibles sugieren una ausencia de riesgo teratogénico o citotóxico para el feto. Sin embargo, se ha descrito un síndrome de abstinencia en recién nacidos cuyas madres han tomado repetidamente esta combinación en dosis altas, por lo que su prescripción es controvertida. Para DESCROIS (2005) podría prescribirse como tratamiento único y de corto plazo, sólo si surge la indicación de analgesia de nivel 2. Por otro lado, BAUSER (2002) y ROCHE (1996) prefieren evitar esta prescripción.
2. Salicilatos y AINE:
Estas moléculas presentan un riesgo de fetotoxicidad, especialmente al final del embarazo, con:
♣ alteración del desarrollo fetal (por constricción del conducto arterioso que produce efectos cardiopulmonares y renales);
♣ ampliación del horario laboral;
♣ riesgo de hemorragias placentarias y neonatales.
La FDA clasifica los medicamentos antiinflamatorios como categoría C cuando se recetan en el primer y segundo trimestre del embarazo, y como categoría D en el tercer trimestre. Según AFSSAPS (2003), los AINE deben evitarse durante los dos primeros trimestres del embarazo y están formalmente contraindicados durante el tercero.
3. Antibióticos:
Según las recomendaciones de la AFSSAPS (Agencia Francesa para la Seguridad de los Productos Sanitarios) en 2002. Respecto a las indicaciones y elección de antibióticos en odontoestomatología: si está justificada la prescripción de antibióticos durante el embarazo, se prescribirá en primer lugar amoxicilina, luego macrólidos, metronidazol y finalmente la combinación amoxicilina-ácido clavulánico, y esto en todas las fases del embarazo.
ß-lactámicos
Están clasificados en la categoría B de la clasificación FDA. El uso de penicilinas y cefalosporinas generalmente es seguro durante el embarazo. Generalmente se eligen las penicilinas del grupo A, especialmente la amoxicilina, que es el antibiótico de elección durante el embarazo.
Macrólidos
En una mujer embarazada con alergia a la penicilina, la elección se orienta hacia los macrólidos con preferencia por determinadas moléculas. De hecho, la espiramicina o la eritromicina (categoría B) se pueden prescribir con seguridad.
Metronidazol
Su prescripción durante el embarazo (habitualmente en combinación con amoxicilina o espiramicina) es controvertida debido a su efecto cancerígeno en ciertos roedores.
Aunque este efecto no se ha demostrado en humanos, BAUSER (2002), CASAMAJOR y HUGLY (1997), MORAND (1996) y ROCHE (1996) prefieren evitar su prescripción durante el embarazo. Para LODI, esta prescripción debe evitarse durante el primer trimestre del embarazo. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (1998) también contraindica su uso (en Estados Unidos) durante el primer trimestre del embarazo. Por otro lado, en Francia, la AFSSAPS (2002) y la comisión de transparencia (2004) autorizan su uso durante el embarazo y la FDA lo clasifica en categoría B. 4. Corticosteroides: La prescripción de corticosteroides es controvertida. BAUSER (2002) y ROCHE (1996) prefieren evitar prescribirlos. Por otra parte, DESCROIS (2005)(22), TIMOUR (1999), CASAMAJOR ET HUGLY (1997) estiman que en un tratamiento de unos pocos días (5 en promedio), los efectos indeseables de estos productos serían despreciables. Por lo tanto, se podría considerar el uso de prednisona o prednisolona durante el embarazo, como tratamiento de corta duración. 5. Antifúngicos: El tratamiento de la candidiasis oral implica la prescripción de antifúngicos locales: anfotericina B, miconazol y nistatina. Aunque estas moléculas difícilmente atraviesan la barrera placentaria, por lo que teóricamente su uso debería ser seguro, en ausencia de datos suficientes sobre su seguridad, sólo se considera su uso cuando es absolutamente necesario. 6. Ansiolíticos: La prescripción de benzodiazepinas a mujeres embarazadas podría ir acompañada en particular de riesgos teratogénicos (categoría D). 7. Flúor: Actualmente se cuestiona su prescripción en embarazadas, porque no parece tener ningún efecto sobre la maduración de los tejidos dentales del futuro bebé.
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II.3.TERAPÉUTICA DE LAS PATOLOGÍAS BUCAL RELACIONADAS CON EL EMBARAZO
II.3.1.Tratamiento de las lesiones mucosas :
* Épulis gravídico:
El épulis desaparece después del parto, su extirpación quirúrgica durante el embarazo sólo estará indicada si interfiere con la masticación.
Nuestra intervención se limitará entonces a la motivación hacia la higiene.
* Lesiones periodontales:
En caso de gingivitis del embarazo, el médico debe informar al paciente sobre la importancia de eliminar la placa bacteriana: métodos y técnicas de cepillado. Es posible que realice raspados y prescriba enjuagues bucales a base de clorhexidina al 0,12%.
En caso de daño periodontal, solo se realiza un tratamiento mínimo; la terapia periodontal propiamente dicha se pospone hasta después del parto. II.3.2. Tratamiento de lesiones dentales: * Lesiones cariosas: Con el fin de reducir la carga bacteriana, se realizará una limpieza profiláctica y sellado de las uniones de las restauraciones defectuosas utilizando cemento de ionómero de vidrio o un composite fluido. Para apoyar este gesto, las superficies dentales se cubrirán con barniz de clorhexidina (Cervitec®, VIVADENT). La aplicación de flúor, mediante barniz de flúor (Fluoroprotector®, VIVADENT) o mediante cubetas de fluoración, prevendrá la aparición de nuevas caries y luchará contra la hiperestesia dental. El curetaje de la caries será seguido por un relleno temporal de ionómero de vidrio. El relleno de amalgama se pospondrá hasta después del parto. En caso de daño pulpar se realizará pulpectomía con colocación de hidróxido de calcio. Este relleno de conducto radicular temporal con hidróxido de calcio aliviará el dolor y mantendrá el estado de desinfección. El tratamiento de conducto completo sólo se realizará durante el segundo trimestre o después del parto. *Erosiones: Cuando la paciente consulta por erosiones es conveniente aconsejarle que enjuague la cavidad bucal con solución de bicarbonato de sodio después de vomitar y que evite el cepillado (3, 4). Se requiere asesoramiento dietético, la dieta debe estar libre de alimentos ácidos como limón, naranja, vinagreta. El practicante puede apoyar su acción realizando canaletas de fluoración y protección.
II. La mujer que amamanta:
La lactancia materna es el acto de alimentar a las crías de los mamíferos, utilizando la leche producida y secretada por las glándulas mamarias de las hembras. Los bebés activan la secreción de leche succionando el pezón.
La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva para los bebés hasta los 6 meses de edad, pero por razones prácticas, las mujeres a menudo recurren a la lactancia materna mixta .
Cuidado dental para mujeres lactantes:
Todo el cuidado bucal es posible para las mujeres que amamantan. Precauciones a tomar con respecto a la prescripción de medicamentos.
Prescripción de medicamentos
Hay poca literatura sobre el paso de medicamentos a la leche materna y pocos datos de ensayos clínicos.
La velocidad a la que el medicamento pasa a la leche depende de muchos factores:
- difusión pasiva y transporte activo.
- Las propiedades fisicoquímicas de la molécula.
En general, los medicamentos con alta unión a proteínas
plasma, baja liposolubilidad , alto peso molecular,
vida media corta y bajo grado de ionización (penicilinas)
Se encontrará en concentraciones más bajas en la leche materna.
frecuencia, dosis, duración del tratamiento, vía
administración (general o tópica).
En términos generales, si se considera una prescripción, será
Se pidió a la madre que tomara el medicamento inmediatamente después de amamantar para reducir la concentración lo máximo posible.
También sería imprescindible pedir al paciente que vigile la aparición de vómitos, diarreas o signos cutáneos (urticaria, eritema, etc.) en el niño amamantado.
Si se presentan estos signos, suspenda el tratamiento inmediatamente y comuníquese con el pediatra del niño o con el médico tratante.
Respecto a los anestésicos locales, la Articaína también es la molécula de elección para pacientes en lactancia, porque se degrada y elimina
rápidamente.
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Conclusión :
El cuidado dental de la mujer embarazada nunca es trivial y un procedimiento o prescripción descuidada puede tener consecuencias particularmente dañinas.
Cualquier atención debe respetar ciertos principios y tomar ciertas precauciones para tratar y prescribir con seguridad y proteger contra cualquier complicación tanto a la madre como a su futuro hijo.
También parece necesario reforzar la prevención mediante la instauración de un control bucodental. Este examen ayudaría a reducir la prevalencia del sangrado gingival durante el embarazo. La prevención se centrará especialmente en el cepillado de dientes, la dieta y las conductas adictivas.
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Las muelas del juicio pueden causar dolor si están mal posicionadas.
Los empastes compuestos son estéticos y duraderos.
El sangrado de las encías puede ser un signo de gingivitis.
Los tratamientos de ortodoncia corrigen desalineaciones dentales.
Los implantes dentales proporcionan una solución fija para los dientes faltantes.
El raspado elimina el sarro y previene enfermedades de las encías.
Una buena higiene dental comienza con el cepillado dos veces al día.