Consentimiento informado
Introducción : El tratamiento con implantes puede ser objeto de colaboración entre dos o más profesionales, uno que realiza la cirugía y el otro la prótesis. A menudo nos preguntan sobre la distribución de responsabilidades en caso de procedimientos judiciales.
Es importante saber que el plan de tratamiento es fundamental. Debe ser objeto de consulta entre ambos médicos, después de estudiar en profundidad el caso del paciente.
Una vez definido, es objeto de un documento redactado y firmado por las partes, paciente y médico. Por lo tanto, se vuelve común para ambos practicantes. Si la propuesta de tratamiento protésico no le conviene al cirujano, deberá establecer una consulta con su colega protésico y llegar a un plan de tratamiento conjunto. En caso de desacuerdo profundo, lo cual es ciertamente poco probable, la prudencia básica indica que no se deben colocar implantes.
En el contexto de la colaboración normal, el plan de tratamiento ha sido definido y aprobado por los diferentes profesionales involucrados en el tratamiento. Se realizaron modelos de estudio y se añadió cera de diagnóstico. A partir de la cera diagnóstica añadida se preparó una guía quirúrgica, dependiendo por tanto del proyecto protésico. El cirujano podrá así colocar los implantes en la situación más favorable que se habrá determinado para la construcción protésica final.
Nombre:……………………………………………….….Nombre:…………………………………………………………..………
Fecha de nacimiento:………………………….….Profesión:……………………………….………..….……
Dirección:………………………………………………………………………………………………..Tel.:………………..……………
Consentimiento del paciente
Yo, el abajo firmante ……………………………………………………………..certifico que he sido informado por el Doctor…………………………………………………………………………………………………………………………
1-que la colocación quirúrgica de implantes es posible pero que no se puede asegurar ninguna garantía de éxito en este tipo de tratamiento;
2-Tratamientos clásicos mediante prótesis fija (puente) o prótesis removible cual sería posible en mi caso;
3-la necesidad de controles clínicos y radiográficos dos veces al año durante los tres años siguientes a la implantación, y luego una vez al año a partir de entonces;
4-Seguimiento postoperatorio clásico y consecuencias del posible fracaso;
5-que en caso de fracaso, el implante será retirado sin costo adicional;
6-que el tratamiento mediante implantes no está incluido en la nomenclatura de la seguridad social, y que en consecuencia no es posible su cobertura por parte de las cajas de seguro de salud.
Fecha:
Firma
(Precedido de la mención manuscrita “leído y aprobado”)
Algunos consejos prácticos
Es importante recordar algunos principios esenciales en el contexto de la responsabilidad civil profesional .
El historial médico del paciente debe mantenerse meticulosamente. Esta hoja debe trazar cronológicamente las diferentes secuencias de atención. Estos tratamientos deben describirse de forma legible (es decir, de manera que el médico pueda volver a leerlos) y con la suficiente precisión. Las prescripciones pre y postoperatorias deben anotarse con el nombre de la especialidad prescrita, su dosis y la duración del tratamiento.
Las etiquetas de referencia de los implantes colocados deberán pegarse en el expediente médico.
Los documentos fundamentales firmados por el paciente deberán conservarse escrupulosamente en el expediente:
_ Chequeo de salud;
_ Plan de tratamiento – cotización;
_ Consentimiento informado.
Estos son elementos esenciales en caso de disputas legales. Los documentos radiográficos y de imágenes se archivan y los informes de los radiólogos se conservan.
En el caso de que el paciente desee recuperar sus radiografías (las imágenes le pertenecen), es posible, si así lo desea, tener duplicadas ciertas imágenes o fotografiarlas. En todo caso se deberá conservar copia de los informes y el paciente deberá firmar un documento resumen de las imágenes aportadas.
Si durante el tratamiento se modifica el plan de tratamiento (por ejemplo, se debe extraer un diente que se pensaba conservar o colocar un implante adicional), es imperativo realizar un añadido al plan de tratamiento-presupuesto inicial o rehacer un nuevo documento anulando y sustituyendo el primero. Es fundamental que exista conformidad entre el plan de tratamiento – presupuesto aceptado y firmado por el paciente y la realización terapéutica final.
Si tiene un problema con un paciente, a menudo es útil buscar el asesoramiento de otro profesional que, al estar menos involucrado, puede ofrecer buenos consejos para evitar que el conflicto se agrave.
Consentimiento informado
Bibliografía:
-Patrick MISSIKA, Anne BANHAMOU, Isabelle KLEININGER Acceda a la colección de implantología jpio
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