Dinámica de la lesión cariosa

Dinámica de la lesión cariosa

La caries implica la interacción a lo largo del tiempo de bacterias capaces de producir ácidos, un sustrato metabolizable por estas bacterias, y factores del huésped, incluido el diente y su entorno salival. 

Actualmente se acepta la hipótesis de una placa específica de caries, en la que participan ciertas especies acidogénicas particularmente cariogénicas (y no todas las bacterias acidogénicas). (TenCate 2006).

Proceso de desmineralización/remineralización

La lesión cariosa resulta de una sucesión de reacciones de difusión iónica y disolución-precipitación de elementos minerales que ocurren en un sistema abierto que comprende diferentes ambientes (Silverstone 1973, Hennequin 1999).

Esquemáticamente, la aparición de una lesión inicial implica sucesivamente:

La presencia de carbohidratos en la saliva;

La difusión de estos carbohidratos en el biofilm y su transformación por bacterias,

Producción metabólica de ácidos en el biofilm con liberación de protones H+;

La difusión de estos iones a través del biofilm hasta la superficie del esmalte,

Su penetración en el gel acuoso que ocupa la red de poros del esmalte;

Alteración del equilibrio iónico en la interfase (tejido dental/gel acuoso).

Posteriormente, las concentraciones iónicas de hidrógeno, calcio y fosfato en la biopelícula regularán los intercambios. Orientarán los balances hacia la desmineralización o remineralización.

La desmineralización está gobernada por el hecho de que los compuestos minerales obedecen al principio del producto de solubilidad, siendo el compuesto con la constante de disociación más baja (valor pK) el que controla la reacción.

La disolución de la apatita es un fenómeno complejo que da como resultado la destrucción de la hidroxiapatita y la formación de iones fosfato, Ca²+ y OH-.

La reacción química y el consumo de protones (H+) degradan la superficie del cristal; Los iones producidos, resultado de la degradación del cristal, se difundirán en el ambiente circundante. 

 A un pH crítico de 5,5, el HA reacciona en la superficie con iones de hidrógeno.

Observamos entonces, dependiendo del pH, una conversión de PO4³- en HPO4²-, H2PO4- o H3 PO4 y un amortiguamiento simultáneo de H+. En esta situación, el equilibrio se rompe y el cristal de HA se disuelve. 

Cuando el esmalte se disuelve, se forma un precipitado de la solución acuosa circundante que contiene varios iones, precipitado que tiende a tener la composición del compuesto menos soluble para restablecer un equilibrio.

Los fosfatos de calcio son metaestables, ya que se disuelven en diferentes estados, generando nuevas reacciones y así sucesivamente. 

La capa absorbida tendería a formar una nueva capa superficial menos permeable y menos soluble, promoviendo la desaceleración y detención de la disolución.

Así, desde que aparece una lesión inicial, ésta tiende intrínsecamente a la pasivación y a la reversibilidad, pudiendo los factores locales contrarrestar esta tendencia si son agresivos o contribuir a amplificarla cuando son favorables.

Los iones de calcio y fosfato de la saliva y la placa se difunden al esmalte, donde pueden participar en la remineralización. 

Este proceso se ve favorecido por la presencia de iones flúor en el sitio de reacción. 

Este fenómeno de desmineralización-remineralización es similar para la dentina y el cemento. 

Sin embargo, las diferencias en las estructuras histológicas y las proporciones orgánicas de la composición dental modificarán considerablemente la naturaleza y la progresión de la lesión cariosa.

1-3: Efectos de los fluoruros

La presencia de iones de flúor en el sitio de reprecipitación mineral promoverá la remineralización del diente, por un lado permitiendo la formación de apatitas fluoradas y, por otro lado, constituyendo reservas de fluoruros de calcio en el biofilm.

La interacción del flúor con la superficie del HA se produce de varias maneras:

La disolución ácida de la apatita está controlada por la difusión de iones en la interfaz sólida. Durante los tiempos iniciales, el fluoruro acelera la disolución, lo que lleva a la acumulación en la interfaz de calcio y fosfato, lo que reducirá secundariamente la disolución de la apatita.

La inhibición de la disolución de la apatita se explica principalmente por dos fenómenos : la adsorción de iones de flúor en la superficie y la formación de CaF2.

La inhibición es más efectiva cuando el flúor está presente en la interfaz y en solución. En solución, satura la fase acuosa respecto a la hidroxiapatita.

 La reducción de la disolución ácida es idéntica para los iones de flúor orgánicos (aminas fluoradas) y los iones de flúor minerales (NaF).

Dinámica de la lesión cariosa

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