Preparación de cavidades mínimamente invasiva
- Definiciones
- Odontología médica preventiva no invasiva
El modelo médico considera la caries como una enfermedad infecciosa cuyas lesiones se tratan mediante el establecimiento de medidas profilácticas individualizadas encaminadas a la remineralización de las lesiones.
Su objetivo es preservar la integridad del diente y por tanto aumentar las posibilidades de conservación en la arcada, a lo largo de la vida de los sujetos, cuya duración media está en constante evolución.
- Odontología adhesiva:
La odontología adhesiva se basa en el principio de ahorro de tejidos y adhesión utilizando materiales adhesivos con fines estéticos.
Este concepto se basa fundamentalmente en la consecución de una adhesión suficientemente potente y duradera al esmalte y a la dentina en el entorno bucal, conservando al mismo tiempo la máxima cantidad de estructuras dentales sanas, ya que es el propio sustrato de los sistemas adhesivos el único que asegura la adhesión a los tejidos dentales residuales.
- Principio de la odontología mínimamente invasiva:
El enfoque terapéutico mínimamente invasivo interviene cuando las técnicas de remineralización no invasivas han fallado o ya no son adecuadas. Se trata de lesiones moderadas/extensas. Se trata de una alteración de la superficie dental, ya sea microinvasiva (química) y/o quirúrgica (instrumental), pero siempre con el máximo respeto a la integridad del tejido dentario original.
Por tanto, se propone:
-Lograr el acceso a la lesión de la forma más conservadora posible, respetando la anatomía coronaria;
-Eliminar exclusivamente el esmalte dañado y la dentina cariada, adaptándose a los contornos de la lesión;
-Permitir prevenir la progresión de lesiones existentes;
-Preservar la vitalidad del complejo pulpar-dentinario evitando maniobras iatrogénicas;
-Obtener una configuración cavitaria y un sustrato esmalte-dentina mecánica y biológicamente compatible con la colocación a largo plazo del biomaterial restaurador.
- Preparación de cavidades mínimamente invasiva:
Antes de cualquier intervención es necesario conocer y respetar los pasos
3.1 Manejo de la lesión cariosa
Las recomendaciones generales establecen que:
– las lesiones cariosas inactivas no requieren tratamiento (salvo por razones de forma, función o estética);
– las lesiones cariosas activas no cavitadas deben tratarse de manera no invasiva o microinvasiva;
– Las lesiones cariosas cavitarias que no son accesibles a la limpieza y están activas deben manejarse mediante un tratamiento restaurador ultraconservador.
3.2 Metodología de operación
Descrito en la siguiente tabla
Tabla: Recomendaciones generales para la fase clínica
3.3 Disposición de la cavidad
La forma y el tamaño de la preparación de la cavidad dependen de la progresión de la lesión cariosa y de la presencia de dentina infectada y afectada. El curetaje de la lesión debe permitir la eliminación de la dentina blanda infectada, sin exponer la pulpa viva (la evaluación previa del estado de la pulpa es, por lo tanto, un punto clave en el tratamiento de lesiones parapulpares graves).
La dentina afectada puede dejarse en su lugar en las áreas parapulpares. Si existe riesgo de exposición de la pulpa, se debe considerar un legrado parcial/selectivo. Existen varias técnicas de excavación: manual, mecánica, por abrasión por aire, por abrasión ultrasónica o sono-abrasión, o mediante sistemas enzimáticos.
Entre todas las herramientas descritas, es necesario distinguir aquellas que son específicas para el tratamiento o eliminación de la dentina infectada (la mayoría de las veces manuales o mecánicas) de aquellas que son más apropiadas para la preparación de la cavidad (sónicas, ultrasónicas).
- Aplicación clínica:
4.1 SI/STA 1•2:
A. El diagnóstico
El diagnóstico se basa en la presencia de rotura localizada del esmalte y/o sombras grises resaltadas que indican daño subyacente en la dentina. La pérdida de integridad de la superficie del esmalte es detectable sin ayudas ópticas. La imagen de aleta de mordida muestra radiolucidez debajo de la unión esmalte-dentina, que se extiende hasta el tercio medio de la dentina.
B. Preparación:
En estas lesiones más avanzadas, de tamaño todavía moderado, el acceso a la lesión se logra con instrumentos diamantados esféricos (bola o pera), cuya acción se inicia en los sitios que presentan una cavitación clara.
La preparación incluye luego la apertura de los surcos infiltrados con un instrumento fino sin intentar unir las cavidades entre sí. El curetaje de la dentina cariada da como resultado una cavidad de forma redondeada, de profundidad y extensión variables según el daño. Las fresas de cuchillas esféricas, rotativas o manuales, permiten el curetaje de la dentina.
El esmalte sobresaliente, no sometido a contactos oclusales directos, se puede conservar siempre que los instrumentos de curetaje tengan acceso favorable a toda la lesión. En general, el ancho de la cavidad no excede un cuarto de la distancia intercuspídea vestíbulo-lingual. Los bordes de la cavidad se alisan utilizando un instrumento de acabado rotatorio (generalmente una fresa de diamante de grano fino).
Esquematización clínica de las lesiones del sitio 1 y opciones de tratamiento propuestas según los diferentes estadios de desarrollo de las lesiones cariosas con inicio oclusal: estadio 2, miniobturaciones puntiformes no conectadas entre sí.
4.2 SI/EST 1•3
A. El diagnóstico
El diagnóstico se basa en la presencia de una cavidad de esmalte-dentina (llena de placa y restos de comida) con una base de dentina ablandada al sondaje; Las sombras grises extendidas en las áreas periféricas son indicativas de esmalte sin soporte; En el caso de las caries llamadas “ocultas”, estas coloraciones grisáceas pueden extenderse a toda la superficie oclusal sin pérdida de estructuras axiales periféricas (cúspides y crestas marginales), enmascarando la presencia subyacente de dentina infectada que invade toda la superficie coronal de la unión esmalte-dentina, hasta el punto de debilitar las estructuras periféricas de la corona dental. Generalmente existe una presencia asociada de sensibilidades dentino-pulpares. La imagen de aleta de mordida muestra radiolucidez, que se extiende lateralmente debajo de la unión esmalte-dentina y profundamente hasta el tercio interno de la dentina.
B. Preparación:
A pesar de un acceso oclusal más amplio que implica la eliminación selectiva del esmalte periférico sobrante a nivel de las vertientes cuspídeas socavadas por caries, la preparación siempre se basará en los principios de economía de tejidos preservando la dentina desmineralizada profunda y, en la medida de lo posible, la envoltura del esmalte para lograr una restauración directa mediante cemento de ionómero de vidrio modificado mediante la adición de resina (CVIMAR)-técnica sándwich de composite.
Esquematización clínica de las lesiones del sitio 1 y opciones de tratamiento propuestas según los diferentes estadios de desarrollo de las lesiones cariosas con inicio oclusal: Etapa 3, restauración adhesiva directa destinada a fortalecer las estructuras.
4.3.SI/STA 1•4
A. El diagnóstico
El diagnóstico se basa en la presencia de una cavidad esmalte-dentina tan extensa que destruye parte de las estructuras dentales periféricas e induce una pérdida de resistencia coronal; Como la lesión dentinaria es parapulpar, existe la posibilidad de síntomas pulpares. La radiografía revela una imagen radiolúcida extensa indicativa de destrucción coronal asociada con una imagen clara de retracción pulpar y/o mineralización.
B. Preparación:
En ausencia de síntomas de pulpitis irreversible, se debe preservar la vitalidad pulpar, especialmente en personas jóvenes, con vistas a realizar una restauración onlay, posiblemente después de una fase de temporización utilizando una restauración transicional en amalgama, cementos de ionómero de vidrio o composite.
Sin embargo, la eliminación de todos los tejidos cariados y la eliminación de las partes debilitadas de las paredes residuales dejan zonas de socavación. Para conciliar el principio de conservación de tejido y los principios mecánicos de la restauración indirecta, se recomienda un cemento de ionómero de vidrio o compuesto fluido que sirva como base y relleno interno. Por último, la cavidad debe tener bordes limpios, ángulos internos redondeados y paredes con ligera divergencia oclusal. En las zonas de superposición, el espacio libre oclusal debe ser suficiente (aproximadamente 2 mm). La restauración se realizará mediante una técnica indirecta mediante la creación de un onlay adherido a composites o cerámica.
Esquematización clínica de las lesiones del sitio 1 y opciones de tratamiento propuestas según los diferentes estadios de desarrollo de las lesiones cariosas con punto de inicio oclusal estadio 4, restauración adhesiva extensa con cobertura oclusal parcial (E).
SI/ESTADO 2•1
- El diagnóstico
El diagnóstico se basa en la objetivación, en la imagen de aleta de mordida, de una extensa radiolucidez del esmalte debajo de la unión esmalte-dentina, en el tercio externo de la dentina. La imagen sigue siendo difícil de interpretar en términos de ausencia o presencia de cavidad.
En el examen clínico, la translucidez de la cresta marginal puede estar alterada y pueden revelarse microcavitaciones de la superficie proximal al rasgar el hilo dental.
- Preparación:
- Diente posterior:
La cavidad es ultra conservadora con conservación de las crestas marginales sobresalientes y preservación del contacto proximal del esmalte.
- La zona de penetración cariosa proximal es directamente accesible
Si la zona de penetración cariosa proximal es directamente accesible debido a la ausencia o deterioro del diente colateral, el acceso directo es a través del punto de elección inicial, en el esmalte alterado.
Los instrumentos rotatorios de diamante generalmente son adecuados, pero algunos instrumentos abrasivos sonoros en ángulo ofrecen mayores posibilidades de acceso. El curetaje de la dentina cariada se realiza puntualmente, con una fresa diamantada cilíndrica-cónica a velocidad intermedia bajo un chorro de aire-agua, la accesibilidad a la lesión está dictada por la cavidad ubicada en el diente adyacente, siendo la progresión de la caries generalmente en dirección apical sin llegar a la cresta marginal, la remoción de los tejidos cariados se realiza luego con una pequeña fresa redonda de cuello largo, insistiendo en las paredes de la cavidad.
Mini-obturador de tipo horizontal
–
En la mayoría de las situaciones no es posible llegar inmediatamente al lugar afectado. Se hace necesario sacrificar un área de tejido sano para acceder a la lesión. El abordaje cavitario debe respetar sistemáticamente los rebordes marginales (elemento estratégico en la resistencia del diente) y preservar el contacto interproximal del esmalte. En primer lugar, se proponen dos tipos.
- Si la localización de la lesión y la anatomía de la tronera lo permiten
Si la localización de la lesión y la anatomía de la tronera lo permiten, se accede por el ángulo vestíbulo-proximal o linguo-proximal, en dirección horizontal a la lesión para adoptar la forma de una minicavidad horizontal alargada. Esta minicavidad se describe con diferentes nombres en la literatura: canal o ranura horizontal, caja/ranura horizontal.
– Las microfresas diamantadas de cuello largo, en forma de bola o de pera, utilizadas preferiblemente en un contra-ángulo de alta velocidad (para limitar las vibraciones), facilitan el acceso a esta zona de baja visibilidad. Luego, los insertos hemisféricos de diamante montados en una pieza de mano sónica o ultrasónica tienen una clara ventaja para el acceso a través de troneras para preservar la integridad del diente adyacente.
Se continúa el curetaje del tejido dentinario cariado con instrumentos rotatorios de cuello largo en un contraángulo. El control del legrado se realiza mediante visión indirecta. La profundidad de la lesión nos obliga en ocasiones a ampliar la apertura a expensas de la cara de acceso para una correcta extracción del tejido dañado.
Mini-obturaciones tipo túnel
Si no es posible el acceso previo, si hay caries de la fosa marginal oclusal o si ya existe una restauración oclusal, se prefiere entonces un “túnel” de minicavidad oclusoproximal, oblicuo. El acceso se realiza a través del esmalte (fresa de diamante de alta velocidad) a nivel de la fosa oclusal.
Esta apertura de cavidad debe respetar la integridad completa del reborde marginal: se debe mantener un ancho y una altura mínimos de 2 mm. Después de atravesar el espesor del tejido del esmalte, es común distinguir una coloración pardusca de la dentina proximal subyacente, que sirve ventajosamente como guía para el curetaje de la lesión.
Se continúa la excavación de la dentina cariada utilizando una fresa redonda a baja velocidad sobre un contraángulo, hacia el punto de penetración de la lesión cariosa. Esta progresión se realiza de forma oblicua a la zona interna del esmalte proximal por debajo del punto de contacto.
mini-persianas de tipo vertical
-Dentro de la lesión se realiza el curetaje de la dentina infectada mediante un barrido interno de la fresa a lo largo de la unión esmalte-dentina, en dirección vestibular, lingual o cervical utilizando un movimiento pendular de la fresa. La cavidad es más extensa internamente que en el acceso oclusal y se extiende a lo largo de la cara proximal. La pared pulpar de esta cavidad debe ser raspada mínimamente y con cuidado para preservar un espesor suficiente de dentina parapulpar.
-Después del curetaje de la dentina cariada, es posible explorar delicadamente con una sonda y verificar la calidad de la excavación de la dentina infectada. También es necesario observar la pared proximal del esmalte (que aquí se aborda internamente) que fue el sitio de entrada bacteriana y que está parcialmente desmineralizada. Mediante visión indirecta utilizando el espejo se puede ver un tejido moteado, pardusco y blanquecino.
Si no hay colapso de la cavidad, el tejido del esmalte puede remineralizarse en contacto con un material de relleno bioactivo (cemento de ionómero de vidrio y flúor). Siempre que sea posible, es preferible mantener la pared así, para obtener una minicavidad de túnel cerrado, con buen pronóstico.
Si ya existe cavitación, simplemente se regulariza, creando así una minicavidad de túnel abierto.
-Dada la proximidad del diente colateral y la dificultad de la inspección visual, es imperativo, durante este procedimiento, colocar una banda de matriz metálica en el espacio interdental para asegurar la protección de los tejidos circundantes. Existen insertos sono-abrasivos angulados específicos con un extremo romo que permite suavizar los bordes sin dañar el diente adyacente.
- Diente anterior :
En el sector incisivo-canino, el principio de las cavidades mini-túnel sigue siendo el mismo. Además, el imperativo estético se respeta especialmente en las formas de las minicavidades.
El acceso a la lesión es más fácil debido al fácil acceso visual y la anatomía de los dientes. El abordaje se realiza por la cara lingual, respetando el reborde marginal y preservando el esmalte proximal a modo de mini túnel cavitario. El abordaje vestibular es necesario en ocasiones en caso de apiñamiento asociado a superposición; esta situación provoca dificultades en el acceso y visibilidad de los dientes inferiores.
El acceso a la lesión se realiza mediante una fresa cilíndrica-cónica de diamante de alta velocidad bajo chorro de aire-agua. El punto de trepanación se ubica medial a la cresta marginal. La extensión de la preparación se realiza al mínimo permitiendo una evaluación de la extensión de la lesión, se preserva el esmalte proximal siempre que sea posible.
La eliminación de caries se realiza únicamente con pequeñas fresas redondas, no es necesaria la creación de dispositivos retentivos.
Esquema clínico de lesiones del sitio 2, dientes anteriores y opciones de tratamiento propuestas: miniobturación tunelizada
4.4. SI/ESTADO 2•2
A. El diagnóstico
El diagnóstico se basa en la observación del reborde marginal resaltado por sombras grises acompañadas o no de grietas. La cavidad proximal del esmalte debajo del área de contacto proximal no siempre es clínicamente detectable y, nuevamente, las ayudas ópticas son útiles. La cavitación es clínicamente detectable en el esmalte del área de contacto proximal. Generalmente se observa una coloración grisácea asociada o no a una fisura de la cresta marginal. La radiografía muestra afectación del tercio medio de la dentina.
- Preparación:
- Diente posterior:
El acceso a la lesión se realiza desde la superficie oclusal, a nivel de la fosa marginal, en dirección proximal, por debajo del área de contacto. La sensación táctil al pasar a través de la dentina ablandada es muy clara. El curetaje se realiza con fresa de bola o pera, a baja velocidad dejando la dentina desmineralizada a nivel de la pared axial para obtener una posterior remineralización, se preserva el esmalte cervical para mantener el borde cervical en posición supragingival. Secundariamente, la cavidad se amplía a nivel de la cresta marginal oclusal para tomar una forma hemisférica redondeada llamada minicavidad vertical.
Este tipo de mini-cavidad se denomina comúnmente “adhesiva” o “caja/ranura vertical”; A menudo toma la forma de una gota.
Los salientes marginales se conservan parcialmente si el esmalte es resistente y las zonas de contacto interproximales se conservan lo máximo posible durante las preparaciones proximales; en casi el 75% de los casos se produce una alteración de la cara del diente adyacente. Para mejorar la realización clínica, es necesario realizar un espaciamiento preliminar y proteger el diente colateral mediante una matriz metálica.
Pero es preferible utilizar insertos abrasivos sonoros o ultrasónicos con una cara de trabajo unilateral, que no sean mutiladores para el diente vecino como lo sería una fresa, que es difícil de manejar en esta zona.
Estos instrumentos permiten un acabado perfecto de los contornos de la cavidad lo que favorece así la adaptación del material de obturación y el sellado marginal Sonic-sysmicro,Kavo
Figura 38: Esquema clínico de las lesiones del sitio 2, dientes posteriores y opciones de tratamiento propuestas para la etapa 2
- Diente anterior:
El acceso se realiza a través de la fosa marginal y se extenderá hasta la cresta, para alcanzar una cavidad de aplastamiento proximal de bajo volumen. Tiene forma de gota, con conservación parcial de la cresta marginal. Las áreas de contacto interproximal se conservan si el esmalte es fuerte.
Si coexisten dos lesiones proximales en un mismo diente, las preparaciones serán distintas y evitaremos juntarlas con una preparación oclusal. Interviene en la oclusión y el restablecimiento del contacto interproximal, se utilizarán composites microhíbridos o condensables.
Figura 39: Esquema clínico de lesiones del sitio 2, dientes anteriores y opciones de tratamiento propuestas para miniobturaciones linguoproximales o vestibuloproximales en estadio 2 (C);
4.2.4.SI/STA 2•3
4.2.4.1. El diagnóstico
El diagnóstico es fácil, debido a la clara cavitación del esmalte proximal si el reborde está colapsado, o bien por la presencia de un anillo grisáceo debido a la extensión de la dentina reblandecida bajo el reborde marginal. La imagen radiolúcida muy clara sugiere una pérdida de sustancia incluso antes del colapso de la cresta marginal.
La radiografía resalta una zona radiolúcida que se lateraliza en toda la altura proximal, extendiéndose hasta el tercio interno de la dentina y presenta una proximidad pulpoaxial. Siempre se observa una imagen asociada de retracción pulpar.
4.2.4.2. Preparación:
Se abre la cavidad con una fresa cilíndrica diamantada de alta velocidad bajo chorro de agua, luego se busca grietas localizadas en la base de las cúspides, en caso de sospecha se modifican los contornos de la cavidad inclinando las paredes vestibulares o linguales hacia afuera siguiendo una línea oblicua dirigida hacia el exterior de la cumbre de la cúspide con una fresa cilíndrica-cónica a velocidad intermedia.
- Diente anterior:
La cavidad es próximo-vestibulo-lingual de lado a lado con preservación del ángulo incisal, por imperativos estéticos y mecánicos solo están indicados los composites.
Se hace entonces necesario un reordenamiento de los bordes del esmalte para aumentar la retención por adhesión debido al aumento del saliente proximal y para asegurar una transición invisible entre el diente y el composite, la anchura de este bisel se adapta en función de la magnitud de la pérdida de sustancia en la superficie lingual; Debido a los contactos oclusales se realizará un chaflán cóncavo que proporciona un mayor espesor de material.
Figura 40 : Esquema clínico de lesiones en el sitio 2, estadio 3, restauración adhesiva de tres lados con preservación del ángulo incisal
- Dientes posteriores:
Luego se procede a la búsqueda de posibles grietas localizadas en la base de las cúspides. Las cúspides se debilitan. Si se sospecha una fisura cuspídea, se modifican los contornos de la cavidad inclinando las paredes vestibulares o linguales hacia afuera a lo largo de una línea oblicua que se origina en el piso de la cavidad y se dirige hacia el exterior del ápice cuspídeo; Esta modificación de la forma de la cavidad se realiza con una fresa cilindro-cónica que trabaja a velocidad intermedia. Esta técnica de recorte se puede utilizar para proteger cualquier estructura dental debilitada.
Figura 41 : Esquema clínico de lesiones del estadio 3 del sitio 2
4.2.5.SI/STA 2•4
4.2.5.1. El diagnóstico
El diagnóstico es evidente por el colapso del reborde marginal y la destrucción parcial de las cúspides correspondientes, especificando la radiografía la proximidad yuxtapulpar.
4.2.5.2. Preparación
Se prefiere una actitud conservadora y se conserva la dentina dañada en la pared axial y en el piso pulpar, se conservarán y tratarán las cúspides sostenidas por dentina sana, se realizarán retenciones en forma de fosas y surcos a nivel cervical, finalizando con fresa diamantada de grano fino.
- Diente anterior:
La cavidad es proximovestibulolingual e incluye el(los) ángulo(s) incisal(es). Se recomienda la máxima preservación del esmalte, el acceso a la lesión se realiza con una fresa cilíndrica-cónica o cilíndrica diamantada. El esmalte no soportado se puede fortalecer hasta cierto punto con ionómero de vidrio, lo que implica primero suavizar los límites marginales de la preparación, dejando la dentina dañada ubicada en la pared axial en su lugar para una remineralización posterior.
Se preferirán las restauraciones parciales unidas indirectamente a composite de laboratorio o cerámica (carilla extendida) para una mejor longevidad estética.
Figura 42 : Esquema clínico de lesiones del sitio 2, estadio 4, restauración adhesiva extensa con reconstrucción del borde libre y ángulo incisal (E).
- Diente posterior:
La restauración de una lesión en estadio 4 del sitio 2 de un diente posterior plantea muchas dificultades, en particular cuando hay pérdida total de una cúspide, ya sea debido a una extensión significativa de la caries o incluso a una fractura.
En este caso, el límite marginal de la lesión se localiza cerca de la inserción epitelial. La forma de la cavidad se vuelve entonces similar a la descrita para las cavidades de la etapa 3 del sitio 2, pero la restauración de una altura oclusal correcta se complica por la ausencia de puntos de referencia vinculados a la pérdida de la cúspide.
Figura 43 : Esquema clínico de lesiones del estadio 4 del sitio 2
4.3. Preparaciones de las lesiones del sitio 3
El sitio 3 se refiere a todas las lesiones cariosas de origen cervical, del esmalte o de la dentina, en todas las superficies de todos los dientes. El sitio 3 tiene dos características específicas:
•La primera es que la lesión puede iniciarse indiferentemente a nivel del esmalte, en personas jóvenes, o a nivel de la dentina en pacientes de edad avanzada o en caso de recesión periodontal; •La segunda especificidad es que el tratamiento no invasivo para inactivar estas lesiones puede realizarse incluso en presencia de cavitación superficial, dejando así una cicatriz cavitaria, sujeta a la eliminación efectiva de la placa.
4.3.1.SI/STA 3•0
4.3.1.1. Diagnóstico clínico
Se basa en la presencia de una mancha blanca sin cavitación, si la lesión se inicia a nivel del esmalte (caries coronal) o en la observación de una zona de cemento dentinario expuesta, coloreada, más o menos erosionada si la caries es radicular.
Figura 44: Esquema clínico de las lesiones del sitio 3 y opciones de tratamiento propuestas para lesiones cariosas de origen cervical, coronal o radicular: estadio 0, tratamiento no invasivo mediante remineralización (A)
4.3.1.2. Tratamiento no invasivo
Consiste en la remineralización de la lesión que se puede obtener mediante la aplicación de barniz de flúor previa eliminación de la placa y control del riesgo de caries. Aplicaciones tópicas de agentes antibacterianos (clorhexidina) y fluoruros remineralizantes, 4 veces al año, hasta la remineralización de las lesiones.
4.3.2.SI/STA 3•1
4.3.2.1 Diagnóstico clínico
Se basa en la presencia de una cavidad superficial que respeta la unión esmalte-dentina, ya sea en el esmalte o en la dentina dependiendo de si se trata de una lesión coronal o radicular.
Figura 45 : Esquema clínico de lesiones del sitio 3 y opciones de tratamiento propuestas para lesiones cariosas con punto de inicio cervical, coronal o radicular estadio 1, mini-obturación en cementos de ionómero de vidrio modificados por adición de resina (CVIMAR) o en resina compuesta (B)
4.3.2.2. Preparación:
El acceso a la lesión es puntual y tendrá como objetivo preservar el esmalte periférico desmineralizado. La cavidad es poco profunda. Los bordes quedarán limpios a nivel del cemento mientras que a nivel del esmalte, el bisel es innecesario con ionómeros de vidrio, recomendado con composites.
4.3.3.SISTA 3.2:
4.3.3.1 Diagnóstico clínico :
Las lesiones son coronorradiculares y se extienden en direcciones apical y proximal; La cavitación es más extensa en la superficie que en la profundidad.
Figura 46: Esquema clínico de lesiones del sitio 3 y opciones de tratamiento propuestas para lesiones cariosas con punto de inicio cervical, coronal o radicular estadio 2, obturación cervical vestibular en CVIMAR o resina compuesta (C)
4.3.3.2. Preparación:
El acceso es directo. La cavidad es más extensa con límites de esmalte coronal y dentina radicular.
4.3.4.SISTA 3.3:
4.3.4.1 Diagnóstico clínico
Se basa en la presencia de una cavitación clara, dejando expuesta la dentina cariada. La lesión se extiende a lo largo de la unión esmalte-cemento y también afecta las superficies proximales.
Figura 47: Esquema clínico de lesiones del sitio 3 y opciones de tratamiento propuestas para lesiones cariosas con punto de inicio cervical, coronal o radicular estadio 3, restauración adhesiva en CVI o CVIMAR extendida a las caras proximales (D)
4.3.4.2. Preparación:
El acceso es superficial pero amplio. La cavidad tiene una forma atípica, más grande en la superficie que en profundidad, dependiendo de la extensión de la caries. Se favorecerán los materiales bioactivos. Los ionómeros de vidrio se recomiendan como tratamiento de primera línea.
4.3.5.SI/STA 3•4
4.3.5.1.Diagnóstico
Se trata de una caries rastrera también llamada caries “en lámina” con cavitación que se extiende por todo el perímetro radicular y riesgo de fractura radicular.
Figura 48: Esquema clínico de las lesiones del sitio 3 y opciones de tratamiento propuestas para lesiones cariosas con puntos de inicio cervical, coronal o radicular: estadio 4, restauración de temporización de CVI que rodea la raíz (E).
4.3.5.2. Preparación:
Se debe buscar la máxima preservación de los tejidos y el abordaje de la pared axial se realiza con la mayor precaución, la dentina desmineralizada se puede remineralizar por lo que se debe preservar en la medida de lo posible, se seguirán las instrucciones del concepto restaurador atraumático, solo se preparan las paredes verticales de la cavidad con fresa cilindro-cónica conservando el esmalte sano, la dentina infectada se retira con fresas redondas conservando las paredes verticales. Las opciones terapéuticas son las mismas que en la etapa anterior.
5-Conclusión
El abordaje terapéutico mínimamente invasivo de la lesión cariosa es un concepto clínico basado en una comprensión actualizada del proceso de caries, así como en el desarrollo de tecnologías diagnósticas, técnicas operatorias y el uso de materiales restauradores apropiados.
Se trata de un concepto operacional de la práctica actual que tiene como precepto fundamental la economía de tejidos, privilegiando la actitud profiláctica frente a cualquier forma de terapéutica.
El manejo de la enfermedad de caries implica la prevención personalizada de caries, revisiones y tratamientos restauradores ultraconservadores. Por lo tanto, cualquier terapia debe iniciarse únicamente después de una evaluación del riesgo de caries individual del paciente (RIC). La evaluación RCI permite adaptar el enfoque preventivo a las necesidades del paciente , establecer las indicaciones adecuadas desde el punto de vista terapéutico y la elección del material, y adaptar y anticipar el seguimiento.
Preparación de cavidades mínimamente invasiva
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